El Paseo de Olas Altas es la cuna, el sitio donde anidan las venas del puerto viejo, la puerta de entrada de los vientos que refrescan la ciudad antigua. Esta es la única calle de la ciudad que conserva su nombre original, desde los inicios de Mazatlán, cuando aún era la antigua villa de pobladores, mecida por la brisa que llegaba desde mar abierto, arrullada por el golpeteo de las olas, despertada por la marejada que, al alba, inundaba la calle y extendía la playa.