A unos cuantos metros de la “Mujer Mazatleca” se encuentra uno de los monumentos más bellos del puerto, que está dedicado a conmemorar la continuidad de la vida.
Su escultor nos quiso representar en esta Obra la continua armonía que debe de existir entre el hombre y la naturaleza a través de los siglos.
Es un monumento que nos invita a reflexionar sobre lo hermoso y reconfortante que es vivir en concordia permanente con todos los elementos de la naturaleza que nos rodean y sus delfines nos reflejan la alegría que debe imperar siempre en el cotidiano vivir.
