Ubicado en la confluencia que hace la Avenida del Mar con el Bulevar Lola Beltrán, se puede admirar el busto de esta inolvidable cantante de música vernácula originaria del poblado del Rosario, pero avecindada en esta ciudad durante su niñez y juventud.
A “Lola La Grande” se le llegó a catalogar como la máxima exponente de la canción ranchera y siendo una de las pocas que ha tenido el privilegio de cantar y poner el nombre de México muy en alto en escenarios exclusivos y de tanto prestigio como son El Carnegie Hall de New York, El Teatro de la Scala de París, El Teatro de las Artes de San Francisco, El Metropolitan Opera House y el Palacio de las Bellas Artes de México.
Una mujer querida y admirada por Presidentes, Ministros, Reyes y Reinas, impetuosa y temperamental.