Obra de Rodrigo Becerra Rodríguez, ubicada desde 2004 en la entrada de uno de los rincones más históricos del malecón. La Carpa Olivera, que tiene este nombre desde que Antonio Olivera decidiera abrir aquí su restaurante en 1914, sobre pilotes de cemento y una alberca natural debajo de su estructura, a donde irían a comer artistas como Pedro Infante y Lola Beltrán hasta presidentes como Miguel Alemán y Ruiz Cortines. Cuando cerró el restaurante y fue demolido, solo quedo la alberca que se convirtió en un punto de reunión familiar hasta inicios del siglo XXI. Durante su renovación en 2004 fue colocada esta estatua, pero la naturaleza y el vandalismo ocasionaron que el conjunto fuera de nuevo rehabilitado entre 2014 y 2015